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   CAMINOS y CAÑADAS REALES por Francisco Sevilla


Se llaman así porque los reyes, en aquella época, cobraban los derechos reales a los que hacían uso de dichos caminos. Las de mayor importancia eran las Cañadas Reales, seguido de los cordeles y las veredas. La Cañada Real contaba con 90 varas de anchura más 5 de guardería a cada lado. Se denomina guardería al espacio dedicado al pastor para que guardase el ganado a lo largo de las Cañadas.

Cordel de la plata: es Camino Real. Viene de Toledo, con la anchura legal de 37,61 cm. Llega a Tembleque y de allí sale con dirección a "buenos finos", donde termina el término, para entrar después en Villacañas. De esta manera entra al término de Madridejos por el sitio de la Serna y sale del nuestro para entrar en Camuñas, por la Chucha. Atraviesa la calle ancha de Camuñas y se dirige a Puerto Lápice y Villarta. En el río Gigüela hay descansadero del ramal de la Cañada Soriana, ramal de la izquierda que viene de las casas romanas y el municipio de Quero. Cruza Villarta por el puente de la carretera Madrid-Cádiz y por la calle Real. También atraviesa Manzanares para después girar a la derecha y reunirse con el ramal derecho, en término de Alcolea.

Vereda Galiana: cuenta con una anchura de 25 metros. Sale de la Cañada Real Soriana, por el término de Corral y entra en el de Madridejos por el Vegazo, para salir al de Villacañas. Sigue el recorrido por la Ventilla, dirigiéndose a Consuegra. Desde allí se encamina hacia Guadalerzas para reunirse con el Cordel que se aparta de la Cañada Real Segoviana, en término de Layos.

Colada del Puerto: su denominación es Camino Real de Consuegra a Puerto Lápice. Su salida se determina en Consuegra, cruzando la Cañada Real Soriana por los Olivares, con anchura legal de 10 metros, para finalizar en Puerto Lápice.

Cañada Real Soriana: esta Cañada cuenta con 75 metros de anchura. Sale de la provincia de Logroño por Torrecillas de Camero y entra en la de Soria por Santa Águeda. Cruza esta provincia y, por la carretera de Francia, se incorporan a ella muchas cañadas y cordeles.

Cruza la provincia de Guadalajara, entra en la de Madrid por los municipios de Chinchón y Fuente y Dueña. De esta forma se introduce en la provincia de Toledo por el término de Santa Cruz de la Zarza y, por la población, en la calle de los Caños, cruza hacia Villacañas. Por las casas romanas se dirige hacia Quero, partiéndose en dos ramales:

El ramal de la izquierda toma la dirección de la población con el fin de reunirse con la Cañada que procede de Tragacete (Cuenca), y por la Puebla de Almoradiel, en el río Gigüela. En Villarta se reúne con el Cordel de la Plata, cruzando la localidad, al igual que en Manzanares.

El ramal de la derecha sale de Villacañas por la Cañada del Torrejón, atraviesa el término de Madridejos pasando por Valdespino para introducirse en los términos de Consuegra y Urda. En la Serrana entra a la provincia de Ciudad Real, al Valle de Alcudia, que es una zona de pastos de invierno, con muy buena calidad. Allí invierna una inmensa ganadería de ovejas de raza merina, procedente de las sierras de Carnero y Soria, así corno de la serranía de Cuenca. Tras atravesar el Valle de Alcudia, pasa por las murallas de Córdoba, cruza el río Guadalquivir por el puente y sigue hacia la provincia de Sevilla, donde concluye en el término de Écija.

Estos caminos pastoriles los andaban los pastores trashumantes dos veces al año: a primeros de Noviembre, y más tarde en Mayo. Todo era dirigido por el mayoral, el mansero con los mansos, que son muy importantes para cruzar ríos y chascales (zona de montes). El ganado camina delante con los mansos, seguidos por el ganado de menor edad, es decir, corderas, andoscas y, por último, primalas. Todos caminan contentos y con alegría porque saben que, al llegar a la dehesa, van a comer la hierba cencía (hierba fresca que no ha tocado nadie). Estos ganados tienen que caminar alrededor de 30 días o más, bajo lluvia, frío y hasta les puede nevar. Soportar las inclemencias del tiempo es algo que no se paga con dinero.


 

Las vías pecuarias han representado durante siglos, tanto para la economía del pais (el comercio del vellón era de tal magnitud que en 1462 se prohibió la exportación de mas de las dos terceras partes de la lana esquilada cada año) como para sus comunicaciones (prácticamente eran las autopistas de la época), un soporte cultural muy importante. A través de las cuales circulaban ganado, costumbres y tradiciones por todo el pais. Actualmente se encuentran en fase de reestructuración y adecuación a las necesidades ganaderas, que se amplían dentro de la nueva ley de 23 de marzo de 1995 a acciones medioambientales y de disfrute de la Naturaleza.

Las vías pecuarias se establecieron como tales durante la Edad Media y probablemente se generaron sobre rutas que ya existían desde épocas prehistóricas (Jesús Garzón, secretario general del Proyecto 2001, dice que la trashumancia comenzó hace 15.000 años, allá por el Paleolítico). En el entorno del Mediterráneo, Italia y Grecia comparten un esquema similar de migraciones ganaderas intranacional.

                                    

A la izquierda uno de los sellos que originariamente utilizó el Honrado Concejo de la Mesta. A la derecha el sello que la Asociación de Ganaderos del Reino empleó al desaparecer la organización, como se puede comprobar al compararlos mantienen básicamente el mismo esquema

 
Sobre el origen y sentido de estos circuitos ganaderos seguiré incorporando información. De esta manera nuestros conocimientos en la materia aumentarán y se podrá fomentar el respeto y cariño hacia una forma de vida que aun subsiste en muchas zonas de España, inclusive en nuestra provincia, claro está no de la forma en que sucedía en la época en que el Honrado Concejo de la Mesta era una poderosa institución.

El Concejo de la Mesta eximía del servicio militar y de testificar en los juicios a los pastores.Aparte de su sueldo les adjudicaba veinte de cada cien crías.Con objeto de evitar abusos, cada hato de 400 ovejas podía ser manejado por un pastor y dos mancebos, uno de ellos de dieciseis años de edad. Los tratados de pastos y pastores se cerraban según la tradición, en el solsticio de verano: el 24 de junio, dia de San Juan.

Las primeras normas escritas sobre la trashumancia datan del reinado de Eurico que dictó las primeras disposiciones (año 504), sin embargo se recopilaron más tarde en el reinado de Sisenado. La Ley 5 , título 4, libro 8, del Liber iudicorum marca las rutas de la trashumancia y reglamenta su uso. El Real Concejo de la Mesta, creado por el Rey Alfonso X en el año 1273, tenía entre otras atribuciones el control del tráfico ganadero y la preservación de las vías pecuarias actuando con potestades de juez y parte en los litigios que le afectaban tanto en la usurpación de los caminos de carne como en el contrato para el aprovechamiento de pastizales que eran necesarios para el desplazamiento periódico del ganado a través de lasCañadas Reales.

El Concejo de la Mesta tenía a su cargo mas de 125.000 kilómetros de vías pecuarias y alrededor de quinientas mil hectáreas de territorios anexos a las cañadas de pastos de dominio público (baldíos, ejidos y otras denominaciones). Constituyendo la columna vertebral de la economía española desde tiempos inmemoriales hasta 1940 aproximadamente.

El esquileo se realizaba entre abril o mayo, justo antes de comenzar la trashumancia. El tránsito por las Cañadas podía prolongarse desde principios de mayo hasta finales de junio, según la distancai entre los invernaderos y agostaderos, a razón de unos 20 kilómetros diarios. El regreso hacia el sur coincidía con las primeras heladas en las cumbres, a mediados de octubre. Como dato significativo del movimiento de la cabaña por las cañadas hay que destacar que el rebaño tenía derecho a un quintal de sal y sólo debía respetar las cinco cosas vedadas: dehesas, trigales, viñedos, huertos y prados de siega. Ahora bien fuera de las propiedades privativas, si alguien usurpaba una vía pecuaria y la sembraba o la incorporaba a sus predios, se veía expuesto a arrasamiento de la propiedad comunal por parte del ganado, que era conducido por los pastores a ocupar la anchura determinada por la Mesta.

La reglamentación propia de la trashumancia estipulaba que cualquier litigio sobre arriendos, propiedades, reses extraviadas o abusos se tenía que plantear ante las asambleas, juntas o concejos de la Mesta, que se convocaban dos veces al año, en enero o febrero en las áreas de invernada y en septiembre u octubre en los pastos de verano. Se consideraban válidas si estaban presentes al menos 40 ganaderos. La asistencia normal alcanzaba las 200-300 personas. Tenían derecho a voto hombres y mujeres que tuvieran al menos 50 ovejas trashumantes. Los nombramientos se hacian por sorteo.

La cabaña constituía el ganado (sin distinción de clase: vacuno, ovino, caprino, porcino, caballar) y los arreos necesarios para su traslado a través de las vías pecuarias. Una cabaña estaba compuesta por unas diez a doce mil cabezas, al cargo del mayoral. Cada millar de ovejas con 25 mansos y 50 carneros, era controlado por un rabadán ayudado por dos pastores y dos mancebos. Todo el ganado era controlado por cinco perros mastines que llevaban a su cuello collares de cuero (carlancas) atravesados por pinchos hacia el exterior con los que se defendían del ataque de los lobos, frecuentes visitantes de la cabaña para conseguir sustento.(La Real Zamorana de Francisco Fernandez en la Revista Aire Libre, pag 35 a 42).

 

 

A continuación se definen las tres clases de vías pecuarias más conocidas según las describía Antonio Vazquez Velasco en las Ordenanzas Municipales de Córdoba en el año 1884.

Cañadas: Se entienden como tales las vías pastoriles que cruzan varias provinvias y cuya anchura es de 75 metros (aprox. 90 varas).

Cordeles: Son las vías pecuarias que concurren a las cañadas y ponen en comunicación dos provincias limítrofes, siendo su anchura de 37,50 metros (aprox. 45 varas).

Veredas: Se definen así a los caminos de carne que ponen en comunicación varias comarcas de una misma provinvia y su anchura no supera los 20,89 metros (aprox. 25 varas).

  1. Cañada Real de la Plata. Recorrido total 500 kilómetros. Comienza entre Asturias y León, en el alto de Viganos y muere en Trujillo.

  2. Cañada Real Leonesa Occidental. Recorre 700 kilometros. Arranca en León y muere en Badajoz.

  3. Cañada Real Leonesa Oriental. Tiene 700 kilómetros de recorrido. Comienza cerca de Riaño, cruza León y Palencia pasando por las provinvias de Segovia, Avila, Toledo, Cáceres y Badajoz.

  4. Cañada Real Segoviana. Tiene 500 kilómetros de longitud. Arranca de la sierra de Neila en Burgos y termina su recorrido en Granja de Torrehermosa.

  5. Cañada Real Soriana Oriental. Con 800 kilómetros es la más larga de todas, comienza en Soria y muere en Sevilla.

  6. Cañada Real Soriana Occidental. Recorre 700 kilómetros y cruza de modo diagonal el centro norte de la península saliendo de Soria y pasando por Valladolid, Segovia y Avila.

  7. Cañada Real Galiana (Riojana). Nace al Sur de la Rioja y recorre las provincias de Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo y Ciudad Real.

  8. Cañada Real Conquense. Discurre por las provincias de Cuenca, Ciudad Real y Jaén.

  9. Cañada Real del Reino de Valencia. Arranca de la sierra de Tragacete y atraviesa Cuenca terminando en Valencia.

  10. Ruta Zamorana. Nace en Porto de Sanabria entra en la Sierra de la Culebra, pasa por Ciudad Rodrigo y termina en Alcántara.